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Publicado el 23 mayo, 2019 por Laura Ortiz

Trekking y aventura, consejos para principiantes

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Caminar es uno de esos primeros actos que todos esperan que hagamos, cuando somos muy pequeños. Cuando un bebé comienza primero a gatear y luego a dar sus primeros pasos, todavía torpes y con dificultad, le estamos viendo comenzar su camino, nunca mejor dicho, hacia su propia independencia. Caminar es lo que nos hace llegar a los sitios y seguir adelante, conquistar territorios y lugares, avanzar, en definitiva. Y hay quien simplemente camina para llegar de un lado a otro, pero otros también lo hacen por placer, para entrar en comunión con los lugares, especialmente en la naturaleza.
El trekking es el deporte de caminar por terrenos montañosos y en muchos casos complicados, por laderas, cimas y demás, caminos preparados o directamente inexistentes en los que nuestra ruta la marcamos nosotros. Es un paso más allá del simple senderismo porque se lleva a cabo en lugares menos amables para las caminatas, por eso deberíamos estar bien preparados para afrontar este tipo de actividades. Si eres principiante en esto del trekking no te preocupes porque nosotros vamos a darte todas las claves para que tu aventura salga de maravilla.

Ten en cuenta el tiempo que hará

Uno de los consejos imperdibles a la hora de salir a la naturaleza, ya sea a hacer trekking o a cualquier otro tipo de actividad de aventura o simplemente de aire libre, es mirar el tiempo que va a hacer, para estar preparados por completo para ello. El clima puede cambiar bastante de un día para otro en determinadas zonas, pero 24 horas antes siempre es bueno conocer la previsión meteorológica, porque puede cambiarnos por completo toda la aventura que íbamos a realizar, empezando por el tipo de ropa que debemos ponernos y siguiendo por el calzado, que es otro de los puntos capitales a la hora de realizar estas actividades con seguridad y comodidad.

Informa siempre alguien de confianza sobre a dónde y con quién vas a ir

Salir a hacer trekking suele ser un verdadero placer para la mayoría, porque se disfruta de la naturaleza, se llega a lugares que no son los habituales y además, se premia el esfuerzo físico que realizamos. Sin embargo, tampoco podemos obviar el componente peligroso de la ecuación, y es que en muchas de estas sendas y rutas, el camino no es precisamente plácido (y eso es justo lo que la hace especial, desde luego). El peligro está ahí, en un desprendimiento, en una caída, en cualquier tipo de situación que pueda suponer un peligro para nuestra integridad. Por lo que pueda pasar, debemos ponernos en contacto con alguien de confianza para que sepa qué ruta vamos a hacer, por si nos perdemos, que nos tengan bien localizados.

Contrata un seguro deportivo

La dificultad de algunas rutas es tal que en muchas ocasiones se recomienda contratar un buen seguro deportivo para que, si la cosa se pone fea, tengamos un buen recurso de protección detrás. No estamos pensando en nada catastrofista, pero una simple caída, una torcedura de tobillo, la rotura de algún hueso del brazo o la mano… Todo ello no solo nos puede hacer mucho daño, sino que además nos puede suponer un peligro aún mayor. El seguro se encargará de costear los posibles daños que hayamos sufridos mientras practicábamos trekking, algo que no nos debe hacer ir con menos cautela, por supuesto.

Equipaje y vestimenta

Saber escoger la ropa y el calzado correcto para cada ruta es una de las cosas que hace que un aficionado al trekking pueda ser ya considerado como un verdadero profesional de la actividad. En este sentido, las rutas se realizan al aire libre y la lluvia, el viento o incluso la nieve pueden ser obstáculos habituales para llevar a cabo la actividad como queremos. De ahí la importancia de conocer la predicción meteorológica y, si estamos fuera, de viaje, saber hacer el equipaje con todo lo necesario, para por si acaso necesitamos esa ropa que pensábamos que no íbamos a utilizar. Nunca está de más llevarlo todo por precaución.

Posibles peligros a tener en cuenta

El trekking es una práctica deportiva que como ya hemos dicho no está exenta de peligros, sobre todo en determinadas rutas, y especialmente para los principiantes. Estos caminos son complicados y requieren mucho conocimiento del terreno y sobre todo, adaptación ante las adversidades, como la lluvia o el frío. Las caídas, los golpes y las magulladuras suelen ser los peligros más habituales en este tipo de ruta, aunque a veces también hay que luchar contra el frío de la noche, por habernos perdido, y contra los propios animales salvajes y la naturaleza, si nos encontramos en un paraje lejano a la ciudad y nos acabamos perdiendo por allí. Por eso siempre recomendamos hacer las primeras rutas con gente experta que conozca el terreno.